Resumen de “El principito” de Antoine
de Saint-Exupéry
Capítulo I: “Deseos frustrados”.
El narrador, a los seis
años, dejó su carrera de ser pintor, porque las personas mayores no comprendían
sus dibujos t tuvo que ser aviador.
Capítulo
II: “Descompostura en el Sahara”.
El aviador conoció al
principito en el Sahara y este le pide que le dibuje un cordero. Después de
varios intentos de dibujar un cordero, el aviador le entrega una caja que
contiene al cordero.
Capítulo
III: “¿Hombrecito, de dónde vienes?”.
El aviador le pregunta sobre
su procedencia al principito, pero no le responde nada, por lo cual deduce que
viene de otro planeta.
Capítulo
IV: “El asteroide B612”.
El aviador afirma que el
planeta del principito se llama B612, el cual fue descubierto por un astrónomo
turco.
Capítulo
V: “El peligro de los baobabs”.
Los baobabs son árboles
malos que nacen en el B612 y son capaces de hacer explotar un planeta, por lo
que el principito los arranca diariamente.
Capítulo
VI: “Las puestas de sol”.
Al principito le gustan las
puestas de sol cuando está triste hasta el punto de haberlas visto un día 43
veces.
Capítulo
VII: “Las flores y el cordero”.
El principito cree en la
inocencia de las flores, aunque tengan espinas, pero para el aviador son pura
maldad de ellas; el principito no acepta dicha afirmación, porque él tiene una
flor importante en su planeta. El principito llora, es consolado por el piloto
y este le promete dibujarle un bozal para el cordero y una protección para su
flor.
Capítulo
VIII: “La flor orgullosa”.
El principito tenía una flor
muy orgullosa cuya semilla era desconocida, esta desafiaba a los tigres, le
temía a las corrientes de aire, le pide al principito un biombo y una campana
para su cuidado. La flor era muy querida por el principito y, a pesar de su
vanidad, ella guardaba ternura.
Capítulo
IX: “La partida del principito”.
El principito, antes de
salir de su planeta, puso todo en orden: limpió sus volcanes, arrancó los
últimos baobabs y regó su flor, la cual se despidió de él no sin antes
reconocer sus errores, pedir perdón y desearle felicidad. La flor lloró mucho
y, por su orgullo, no quería ser vista así.
Capítulo
X: “El rey autoritario”.
El principito llegó al
asteroide 325 donde vivía un rey autoritario y sin súbditos: todas sus órdenes
eran razonables. Este rey universal confiaba mucho en su razón y no toleraba
indisciplinas. El principito, triste, le pidió al rey ver una puesta de sol;
este le dio un tiempo hasta ver la puesta de sol, pero el principito se cansó e
inició la marcha. Antes de su partida, el rey lo nombró Ministro de Justicia.
Capítulo
XI: “El vanidoso”.
En el asteroide 326 vivía un
vanidoso que consideraba al principito como su admirador. Este vanidoso tenía
un sombrero chistoso que usaba para saludar a sus admiradores, también logró
que el principito lo aplaudiera. El principito le dijo al vanidoso de qué le
servía que lo admiraran si era el único de su planeta y se marchó de allí.
Capítulo
XII: “El bebedor”.
En el planeta 327 vivía un bebedor
que bebía para olvidar su vergüenza de beber. El principito sigue concluyendo
que las personas mayores son muy raras.
Capítulo
XIII: “El hombre de negocios”.
El planeta 328 estaba
habitado por un hombre de negocios que siempre estaba muy ocupado y se
consideraba serio y no gustoso de las tonterías. Este hombre contaba
constantemente las estrellas porque para él eran de su propiedad. El principito
le hace darse cuenta al hombre de negocios que no es útil a las estrellas.
Capítulo
XIV: “Un farol y un farolero”.
El principito llegó al
planeta 329 habitado por un farol y un farolero que enciende y apaga el farol
cada minuto, porque los días de este planeta son de un minuto. El deseo más
grande del farolero es dormir. El principito se marchó de este planeta pequeño
en el que le tocó ver 1440 puestas de sol cada 24 horas.
Capítulo
XV: “El planeta del geógrafo”.
El planeta 330 estaba
habitado por un viejo señor que escribía en enormes libros. Este viejo era
geógrafo, pero no sabía qué tenía su planeta, porque nunca lo había explorado.
El viejo quiso escribir las
descripciones del planeta del principito, pero al escuchar que dicho planeta
tenía una flor se negó a escribir nada sobre las flores, porque estas son
efímeras y que los geógrafos escriben de cosas eternas.
El principito sintió
nostalgia por su flor y decide ir a la Tierra por recomendaciones del geógrafo.
Capítulo
XVI: “La Tierra”.
El principito llegó a la
Tierra donde descubrió que hay reyes, geógrafos, hombres de negocios,
borrachos, vanidosos y personas mayores. Asimismo, describió la danza de 472500
faroleros que se alternaban para hacer llegar la luz a los seis continentes.
Capítulo
XVII: “El principito y la
serpiente”.
El principito se encontraba
en un desierto de África. Al poco rato, aparece una serpiente que dialogó con
el principito sobre la soledad de los hombres y las serpientes. El principito
consideró que la serpiente es un animal poderoso. La serpiente le dijo al
principito que ella era capaz de devolver a la tierra a quienes ella tocara. El
principito cuestionó la forma enigmática de hablar de la serpiente y esta le
dijo que ella resuelve todos los enigmas.
Capítulo
XVIII: “El principito y la flor de
tres pétalos”.
El principito cruzó el
desierto y se encontró con una flor de tres pétalos a quien le preguntó dónde
estaban los hombres, pero la flor le dijo que solo ha visto pasar a seis o
siete hombres, que nadie sabe dónde se encuentran, porque el viento los lleva a
todas partes, porque estos no tienen raíces. El principito siguió su camino.
Capítulo
XIX: “El principito y el eco”.
El principito subió a una
alta montaña para divisar al planeta y a los hombres. Dijo “buenos días” y el eco le respondió lo mismo. El principito se
asombró de la rareza de la Tierra y por la falta de imaginación de los hombres
que repiten lo que se les dice.
Capítulo
XX: “El principito y las rosas”.
El principito caminó hasta
que encontró un jardín lleno de rosas que, al ser visto por él, lo hizo
sentirse desgraciado, porque su flor le había dicho que era la única del
universo. El principito se tendió sobre la hierba y lloró porque su flor y sus
tres volcanes no eran suficientes para hacer de él un gran príncipe.
Capítulo
XXI: “El principito y el zorro”.
El principito conoció a un
zorro, el cual le pide que lo domestique. Según el zorro, domesticar significa
crear lazos; que si el principito lo domestica, ambos se necesitarán y serán
únicos el uno para el otro.
El zorro le insiste al
principito que lo domestique para que su vida (la del zorro) se ilumine, de tal
forma que cada vez que vea el trigo lo recuerde por el color dorado del trigo y
de los cabellos del principito.
El principito desea
encontrar amigos y conocer muchas cosas más, pero el zorro le dice que solo se
conocen aquellas cosas que se domestican. El zorro se ofrece como amigo al
principito a cambio de que lo domestique. El principito decidió domesticar al
zorro.
El principito sabrá que el
zorro está domesticado cuando ambos puedan sentarse más cerca el uno del otro.
Llegó el día de la partida
del principito, el zorro llora y le dice:
“Solo se ve bien con el corazón, lo
esencial es invisible a los ojos”.
“El tiempo que perdiste con tu rosa es
lo que la hace tan importante”.
“Te haces responsable para siempre de lo
que has domesticado”.
Capítulo
XXII: “El principito y el
guardagujas”.
El principito prosiguió su
camino y se topó con un guardagujas que formaba grupos de mil pasajeros y
expedía trenes que los llevaban tanto a la derecha como hacia la izquierda. Los
pasajeros tenían mucha prisa y ni el mismo conductor sabía lo que ellos
buscaban.
Llegó un tren en sentido
inverso con otros pasajeros, el guardagujas afirmó que jamás se siente uno
contento donde está.
Llegó un tercer tren con
otros pasajeros que solo dormían o bostezaban. Ante la llegada de dicho tren,
el principito afirmó que solo los niños saben lo que buscan.
Capítulo
XXIII “El principito y el
comerciante”.
El principito se topó con un
comerciante de píldoras, las cuales apagaban la sed por una semana y permitían
ahorrar 53 minutos. El principito concluyó que con ese tiempo él caminaría
tranquilamente hacia una fuente.
Capítulo XXIV: “Octavo día de avería”.
El
piloto y el principito llevaban ocho días conversando y el avión seguía dañado.
El piloto estaba preocupado, porque ya no tenían agua y creyó que pronto ambos
morirían. Al principito no le preocupó la idea de la muerte, porque estaba
feliz de haber conseguido amigos.
Los
dos amigos emprendieron la búsqueda de un pozo. El principito se maravilló por
la belleza del desierto, pues en algún lugar ocultaba un pozo. Al amanecer
encontraron el pozo.
Capítulo XXV: “Un pozo de aldea”.
El
principito y el aviador encontraron el pozo con su respectiva polea, el cubo y
la cuerda.
El
principito: cuestionó la ignorancia de los hombres al no saber lo que buscan;
que lo que buscan lo pueden encontrar con el corazón en una sola rosa o en un
poco de agua.
El principito
pide al piloto que cumpla con su promesa de dibujar un bozal para su cordero, a
su vez, recuerda que mañana sería el aniversario de su llegada a la Tierra.
El piloto
presiente la partida del principito al decirle este que vuelva a su avión y que
regrese mañana por la tarde.
Capítulo XXVI: “Un viejo muro de piedra”.
El piloto
encontró al principito sobre un muro de piedra y se dio cuenta que conversaba
con una serpiente amarilla, aquel corre para evitar la mordedura de la
serpiente y esta escapó al sentir la llegada del piloto.
El principito
está contento porque su amigo ya tiene arreglado su avión y le informa que hoy volverá
a su casa. El principito le promete al piloto que él estará en todas las
estrellas y que reirá en todas ellas, también, que serán amigos por siempre.
El principito
se dejó morder por la serpiente y cayó sobre la arena.
Capítulo XXVII: “Deseos del piloto”.
El piloto
regresó con sus camaradas y estos se sorprendieron de que regresara vivo. El piloto
estuvo convencido en que el principito regresó a su planeta.
Al final
de la historia, el piloto pide a sus lectores que, si alguna vez viajan al
desierto (África) y se topan con un niño risueño, de cabellos dorados, que no
contesta cuando se le pregunta, que no duden en avisarle que el principito ha
vuelto.